martes, 25 de enero de 2011

dia ?. habrá que empezar otra vez con la numeración de los días...


dato interesante: no sabría como definir uno de esos momentos en los que te fijas en un detalle, que a ti mismo (inmerso en tu propia personalidad) te parece asombrosamente genial, lleno de originalidad, con unos factores de curiosidad-aleatoriedad-suerte dignos de mención, y que para el resto del mundo carece absolutamente de interés. Ese momento en el que intentas transmitir toda la fuerza de la emoción que sientes dentro por haber sido "El Descubridor de Semejante Detalle" y las personas a las que se lo cuentas te miran con cara de aburrimiento-desinterés-incomprensión, ese momento es desalentador. Yo, la mayor parte de las veces, he dejado de contar esos fantásticos detalles que muchas veces veo, y simplemente me sonrío, o río según la ocasión, pensando que maravilloso es sorprenderse de vez en cuando con ese tipo de casualidades.

Hoy he tenido uno de esos momentos en mi trabajo. Estaba diseñando un boletín para Argentina, uno de esos interminables boletines, aburridos, arduos, sin fin. Tenía seleccionado un texto, había escogido el color sin fijarme, (como suelo hacer, instinctively), en un tono suave, para que no "pesase" demasiado el texto. 
El momento en cuestión ha sido doblemente bueno porque realmente ha supuesto la conexión entre dos de estos momentos iluminados. Quería resaltar un par de palabras, así que las he seleccionado y al escoger un color en la paleta de photoshop, después de seleccionarlo "a ojo", guiándome por mi instinto, cuando he mirado la cifración hexadecimal del color, resulta que -pausa dramática- era el color "888888", me ha hecho tanta gracia, que he recordado cuando hace un par de semanas, ayudando a una amiga a hacer su currículum, escogí también por casualidad el color "cdcdcd". Disfrutando del hallazgo, me ha dado por mirar cuál era el número que tenía al principio el texto, el que había puesto así, también sin querer, y POR TERCERA VEZ (DIOS COMO ME ENCANTAN ESTOS MOMENTOS) resulta que el color que había escogido al principio era el "c6c6c6".
Si conocéis un poquito Photoshop, sabréis que si os deslizáis por el recuadro en el que escoges el color, una mínima variación a la derecha o a la izquierda, es prácticamente imperceptible, por lo tanto podría haberme movido, con el lápiz óptico, un poquito hacia la derecha, sin que mi ojo notase la diferencia y estas preciosas cifras hexadecimales nunca habrían coincidido.

Seguramente ahora estás poniendo cara de aburrimiento-desinterés-incomprensión, eso en el optimista caso de que hayas leído hasta aquí, podría llamarse a esto deformación profesional?


dato anodino: dejando aparte estas divagaciones, he aqui el resultado de la adicción que últimamente padezco (fotografiar+retocar en el iphone... estoy muuuuuuy loooocaaa!!!!!!)